EL ESCUDO DE ENCINASOLA

No es raro encontrar en las descripciones de Encinasola la afirmación de que su escudo le fue concedido por el rey Felipe V como consecuencia de la lealtad que la villa le demostró en la Guerra de Sucesión. Sin embargo, tenemos que a finales del siglo XVIII, cuando la concesión del escudo estaba aún reciente, el propio Cabildo de Encinasola, afirme que :

• “Que el escudo de Armas que tiene (Encinasola) es una Corona con una sola encina en campo blanco:
• Que esta villa es Real y se ignora el Rey que concedio aquel (el escudo) y motivo que hubo".

En una descriopción del pueblo aparece un escudo del mismo formado por un árbol que, no sin esfuerzo, podríamos llegar a suponer que se trata de una encina; siete castillos en la bordura y dos llaves, una en cada uno de los cantos de la punta. El escudo está timbrado de corona real y soportado por dos aves que, haciendo un esfuerzo mental similar al anterior, podemos llegar a considerar que se trata de dos águilas.

Si es cierto que Felipe V otorgó este blasón a Encinasola ¿Cómo es posible que nadie lo recordase tan sólo ochenta años después? No obstante, es evidente que una vez transcurrido tan corto espacio de tiempo nadie recordaba este acontecimiento, y ello a pesar de que su importancia está fuera de toda duda. Por esto, no podemos dejar de preguntarnos: ¿En qué se basan los que afirman que fue este rey, Felipe V, quien hizo la citada concesión?

Existe otra versión con relación a la concesión del escudo, la cual fue publicada en un “Ecos de Flores” , y que quien la hace pública afirma que la ha tomado del archivo del Ayuntamiento de Aracena. Este señor atribuya la concesión del escudo de Armas al Rey D. Pedro I el Cruel.

Desconocemos quien es el autor de esta afirmación, ya que en el citado artículo no figura su nombre. Así mismo, tampoco se cita el documento de donde se han extraído estos datos. Esto último es una lamentable omisión en la que suele incurrirse cuando se trata de referencias a la Historia de Encinasola.

Una vez más volvemos a enfrentarnos a la tozuda realidad de la pereza que ha mostrado el marocho a la hora de dejar constancia de su historia.

Aquí tenemos otra inexactitud sobre nuestro pasado. Por esto, cuando se mencione el escudo de nuestro pueblo, hemos de limitarnos a describirlo, pero no hacer afirmaciones acerca de su origen, pues su éste es totalmente desconocido.

Pero, volvamos de nuevo a la descripción de nuestro escudo. Sabemos que hasta 1996 el escudo lo constituía una encina en campo de plata y dos crecientes montantes en cada flanco.
En el año citado el escudo fue modificado por un Decreto de la Junta de Andalucía